Conversamos con revista AQUA respecto a la organización y motivación del primer curso latinoamericano sobre “Crianza, reproducción y manejo de bioterios de pez cebra” que se realizará a fines de noviembre.
El equipo de Danio Biotechnologies, junto con el Centro de Regulación del Genoma y la Universidad de Chile (UChile), bajo los auspicios de Skretting and Animal Care, se encuentran organizando el primer curso latinoamericano sobre “Crianza, reproducción y manejo de bioterios de pez cebra (Danio rerio)”, el cual se desarrollará en la Facultad de Ciencias de la UChile en Santiago, región Metropolitana, entre el lunes 27 de noviembre y el viernes 1 de diciembre.
Esta instancia teórico-práctica contará con la participación de varios expositores con amplia experiencia en la crianza e investigación con el modelo de pez cebra, quienes ofrecerán conferencias a los participantes sobre diversos temas que apuntarán a exponer los aspectos básicos de la biología del pez cebra y los factores más relevantes para la implementación, manejo y mantenimiento de un bioterio de esta especie con fines de investigación y/o educación, dando énfasis particular a las prácticas claves que afectan la reproducción, el bienestar animal y el manejo de múltiples cepas genéticas.
A un mes del curso, AQUA dialogó con Javiera De la Paz, quien es fundadora de Danio Biotechnologies y una de las expositoras que tendrá el evento. Es candidata a doctora en biotecnología; magíster en ciencias biológicas, mención biología celular, molecular y neurociencias; bióloga con mención en medio ambiente; y con experiencia en investigación en el área de toxicología, contaminación de aguas y desarrollo embrionario de peces, y en el manejo de bioterios de pez cebra.
¿Qué contenidos se difundirán en el primer curso latinoamericano sobre “Crianza, reproducción y manejo de bioterios de pez cebra” que se realizará a fines de noviembre en Santiago?
Este curso fue ideado para llegar a un público bastante amplio. Asistirán personas que desean comenzar a trabajar con el pez cebra como modelo de estudio y no tienen experiencia, y otras que ya tienen bastante, por eso, contaremos con dos modalidades: una básica que son los primeros tres días del curso, y una modalidad avanzada de cinco días. La idea es entregar a todos los asistentes los conocimientos básicos para lograr montar un bioterio de pez cebra y lograr trabajar con este modelo.
Para ello, en las diferentes charlas y talleres en los primeros tres días se expondrá sobre la biología básica del pez cebra, su desarrollo embrionario y algunas herramientas genéticas comunes para usar en la investigación con este modelo, sus diferentes aplicaciones. También se hablará sobre las condiciones ambientales y de manejo que se requieren para mantener a los animales en óptimas condiciones sanitarias y de bienestar, para así lograr una reproducción constante y evitar el ataque de enfermedades, y por supuesto sobre las consideraciones biotéticas de trabajar con animales de laboratorio.
En la modalidad avanzada, en tanto, los asistentes aprenderán algunas técnicas que les permitirán proyectar el manejo de bioterios que dispongan de múltiples cepas genéticas: fecundación in vitro, genotipificación (la identificación de características genéticas particulares en una determinada cepa) e incluso una pincelada sobre una nueva técnica de “edición génica”, el sistema CRISPR-Cas9.
En su caso puntual, ¿de qué tratará la exposición?
Tenemos un número importante de expositores, la idea es que cada uno de ellos exponga lo que mejor maneja. En mi caso, hablaré sobre las condiciones ambientales y el impacto de estas sobre el crecimiento y la diferenciación sexual, también un poco sobre aspectos logísticos del manejo del bioterio como son los inventarios y la trazabilidad, aspecto que suele ser poco atendido a nivel académico, pero que en la puesta en marcha de nuestro bioterio nuevo, donde estamos implementando un sistema de calidad bajo la norma ISO 17025, hemos aprendido que mejorar el control de los procesos aporta una serie de mejorías en todos los aspectos del funcionamiento de este tipo de instalaciones.
¿Cuál es la relevancia que acuicultores asistan?
La participación de personas relacionadas a la industria acuícola puede ser muy interesante, tanto para ellos como para nosotros, ya que se daría un intercambio de ideas que a nosotros nos permitiría entender mejor las necesidades de la industria y cómo atenderlas desde nuestras capacidades; y a ellos, descubrir nuevas alternativas para innovar para mejorar su producción y solucionar problemas desde lo nutricional hasta lo sanitario, con costos y tiempos de espera bastante razonables.
¿Desde cuándo se encuentran trabajando con el pez cebra y cuáles han sido los principales hitos que han logrado?
Como empresa, Danio Biotecnologies es bastante nueva, nació legalmente en 2016, pero como equipo llevamos trabajando más de 14 años en este modelo. El laboratorio desde donde nacen nuestros servicios (“Zebrafish for Innovation and research Lab” de la Facultad de Ciencias de la UChile) y donde nosotros mismos nos formamos, fue fundado por el Dr. Miguel Allende a comienzos de este siglo, y fue el primer laboratorio en trabajar con pez cebra en Latinoamérica. Desde ahí comienza la historia.
En particular, yo comencé a trabajar con el Dr. Allende el año 2004, como “aprendiz” de la Dr. Carmen Gloria Feijoo (Universidad Andrés Bello, UNAB) cuando era alumna de pregrado donde comencé a aprender del modelo y técnicas moleculares básicas; luego como tesista, por ahí en el año 2006, comencé a incorporar al laboratorio -en ese entonces se investigaba mayoritariamente el desarrollo del sistema nervioso- el tema de los bioensayos para estudiar el efecto de contaminantes.
Fue difícil comenzar a trabajar en un área nueva dentro del grupo, pero a la vez bastante gratificante, ya que luego varias cosas que implementé fueron utilizadas por otros alumnos, e incluso logramos que el Instituto Nacional de Normalización aprobara una norma técnica para la aplicación de uno de los ensayos que diseñamos con embriones para evaluar calidad de aguas, la NCh3385:2016 “Bioensayo para la determinación de la toxicidad de aguas superficiales sobre huevos y larvas de pez cebra (Danio rerio)”, la que por cierto puede ser tremendamente útil para la industria acuícola, por ejemplo, si se usa en las pisciculturas, ya que puede actuar como un sistema de monitoreo de alerta temprana ante la presencia de condiciones o compuestos que afecten el desarrollo de los peces y también ayudar a prevenir impactos ambientales en los cuerpos de agua receptores, evitando potenciales conflictos socio-ambientales con las comunidades.
¿Cómo las investigaciones y avances con pez cebra pueden ayudar a actividades como la salmonicultura y el cultivo de peces en Chile? ¿Cómo evalúan la relación que mantienen con los productores?
El pez cebra es un excelente modelo para el estudio de diferentes temáticas que pueden tener un gran impacto en la acuicultura: desde el estudio de interacciones patógeno-hospedero para entender mejor cómo prevenir y atacar enfermedades, hasta la evaluación de nuevas drogas para la industria, como pueden ser inmunoestimulantes, vacunas y antibióticos, o suplementos alimenticios con propiedades antioxidantes o que potencien el crecimiento.
Debido a que el pez cebra es un teleósteo al igual que los salmónidos, este modelo presenta una excelente oportunidad para abaratar el costo de los estudios en jaula, ya que puede servir como una suerte de “colador”. Por ejemplo, si se quieren estudiar una gran cantidad de compuestos, es posible hacer una pre-evaluación en pez cebra (tanto de la posible toxicidad asociada, como de los efectos esperados), donde los tiempos de estudio y los costo asociados son menores, y luego escalar a comprobar la efectividad en salmones solo de aquellos compuestos que den resultados promisorios en pez cebra. De hecho, este mismo principio ya se está utilizando para el estudio de fármacos para humanos y grandes industrias como Novartis y Roche, poseen sus propias intalaciones de pez cebra y realizan investigación de punta en este modelo.
Nosotros, en tanto, hemos implementado un bioterio con altos estándares de calidad, que mejoramos cada día, y nuestro objetivo es lograr que la industria acuícola nacional gane confianza en este modelo, demostrándoles que podemos trabajar asegurando una alta calidad en nuestros resultados y que es posible realizar investigación aplicada de punta, sin salir de Chile.
Considerando que Skretting y Animal Care son auspiciadores del curso, ¿cuál es el plan de Danio Biotechnologies para vincular a la academia y ciencia pública con el sector privado? ¿Y cuáles son los beneficios que generan este tipo de alianzas?
Para ser honesta, en verdad no tenemos un plan concreto, pero la misma organización de este curso responde a esa búsqueda de vinculación. Creemos que tenemos un muy buen modelo que puede beneficiar muchísimo a la industria acuícola –entre otras- y al país en general al permitir buscar alternativas para mejorar variados problemas.
Nos gustaría muchísimo generar colaboraciones y acuerdos, junto con el sector privado o público, para realizar estudios y/o monitoreos. Investigaciones donde podamos en conjunto buscar solución a problemas concretos que sufre la industria o generar propuestas innovadoras, por ejemplo en el área nutricional, que presenta una gran cantidad de alternativas para mejorar aspectos que van desde mejorar la producción hasta prevenir enfermedades y disminuir el impacto ambiental.
Ese tipo de alianzas permitiría que las capacidades humanas y herramientas con que contamos en Danio Biotechnologies puedan ser aprovechadas por este sector productivo que entiendo es más bien reactivo y un tanto reacio a la innovación.
Pienso que en nuestro país, la gente de la industria no conoce realmente las potencialidades que presenta el pez cebra como modelo, o bien, no le han sido presentadas de la mejor manera. Es complejo cuando un sector requiere soluciones “para ayer” y los tiempos que requiere la investigación no logran darle respuestas oportunas. Considero que este es uno de los aspectos más complejos para generar relación entre la academia y la industria, y no solo en el sector acuícola, sino que en general.
¿Tiene algún ejemplo o anécdota para graficar lo anterior?
Una vez me ocurrió que una empresa quería que eváluaramos unas compuestos para estimular el crecimiento de los peces, pero quería que tuviera los resultados en dos meses, lo que en ese entonces era casi imposible de lograr, ya que no tenían claro ni siquiera la vía de administración o las dosis a evaluar, y nosotros no teníamos implementados esos protocolos, por lo que debíamos partir desde cero. Lamentablemente ellos no quisieron transar los plazos, y nosotros no estábamos dispuestos a realizar un estudio mediocre que pusiera en juego nuestra reputación y la del modelo; por ello tuvimos que decirles que no, ya que cualquier resultado que les diera en ese plazo no sería confiable.
Ahí se perdió una buena oportunidad para ambas partes, básicamente por desconocimiento mutuo de cómo funcionan en la otra vereda.
¿Cuál es el presupuesto en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) que manejan? ¿Es suficiente para avanzar en la manera que desean?
Nuestras instalaciones fueron financiadas con un proyecto Corfo-Innova que terminó hace ya varios años, y si bien el laboratorio cuenta con recursos de instituciones como Fondef (Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico) y Conicyt (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica) para investigación de ciencia básica, como empresa actualmente no contamos con financiamiento externo, sí contamos con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, y de la Facultad, que nos permite la utilización del equipamiento y las instalaciones; de hecho, estamos trabajando en un acuerdo para formalizar esta relación universidad-empresa.
Actualmente no contamos con fondos estatales, inversionistas o similares, nos autofinanciamos con aportes de inversión particulares, algunos servicios que hemos prestado y actividades como este curso. De hecho, estamos preparando algunos prototipos para postular a fondos concursables, estamos trabajando en el diseño de bioensayos para detectar contaminación de productos con marea roja y también para el estudio de alimentos con propiedades antioxidantes, pero la competencia está muy difícil, los recursos son escasos y muchos de los fondos de innovación dirigidos a empresas exigen tener un cierto monto de facturación y antigüedad que nosotros aún no alcanzamos, y aún cuando tenemos muy buenas proyecciones, no calzamos en muchas bases de los concursos.
Por eso, como equipo estamos haciendo una apuesta donde nuestra mayor inversión es nuestro tiempo y energía; estamos sumando de a poco a doctores y profesionales jóvenes que se la quieren jugar por esta idea, y espero que todas las capacidades que tenemos en capital humano avanzado sean una ventaja que nos ayude a alcanzar estabilidad y crecer como empresa para posicionarnos como un referente a nivel latinoamericano, ya que somos, hasta donde sabemos, la única empresa con nuestro perfil en Sudamérica.
Fuente: Revista AQUA